¿TIENES TU COLECCIÓN DE AFICIONES? ¿LO PUEDES CONCRETAR EN FAMILIA, QUÉ VENTAJAS GENERA?
He pensado que puede ser mucho más aleccionador hablar sobre este tema si empiezo contándote rápidamente un suceso familiar:
Hace un tiempo fui a visitar a una prima un sábado por la tarde y encontré que todos los miembros de su familia: su esposo y sus dos hijos de 13 y 10 estaban en casa, pero cada quien realizando diferentes actividades: Mi prima estaba leyendo una novela, Luís pintaba unos maceteros, Roxana estaba escuchando música en la sala y Ricardito estaba limpiando su colección de carritos de diferentes épocas.
Un tanto sorprendida de verlos en casa a todos, aunque cada quién entretenido en sus propias actividades.
Muy sutilmente, traté de preguntarle a mi prima si este comportamiento lógicamente más recreativo en la vida familiar, era frecuente o no.
Me respondió que los sábados por la tarde – salvo situaciones ineludibles- trataban de dedicarse cada quién a sus actividades favoritas de tal forma que se obsequiaban espacios de satisfacción personal y familiar. Luego de ello, se reunían todos para compartir la cena que mayormente llegaba a casa vía los modernos delivery y a ello necesariamente, acompañaban un café preparado en casa.
Ese tarde justamente aprecie todo ello y también pude disfrutar con ellos durante la cena. Me parecía que cada uno estaba más contento, comunicativo, e inclusive como si lucieran otros rostros.
Mi prima reitero que se habían propuesto dedicarse las tardes de sábado, a sus aficiones favoritas, dado que durante los demás días de la semana era difícil darle tiempo a estas satisfacciones tanto individuales y en grupo. Además anoto que tenían buen tiempo en esta práctica y que por todos los beneficios lo seguirían realizando.
Como supondrán, yo retorne a casa decidida a seguir pensando, dándole vueltas a esta idea y luego conversarlo con mi familia para echarla a andar, claro, con nuestras particularidades. De inmediato pensé en las muchas cosas que no hago por las mil razones, diré ¨ pretextos ¨ para concretarlo y por supuesto, renunciando a la satisfacción que me proporcionarían, igualmente a mi familia.
Hace un tiempo fui a visitar a una prima un sábado por la tarde y encontré que todos los miembros de su familia: su esposo y sus dos hijos de 13 y 10 estaban en casa, pero cada quien realizando diferentes actividades: Mi prima estaba leyendo una novela, Luís pintaba unos maceteros, Roxana estaba escuchando música en la sala y Ricardito estaba limpiando su colección de carritos de diferentes épocas.
Un tanto sorprendida de verlos en casa a todos, aunque cada quién entretenido en sus propias actividades.
Muy sutilmente, traté de preguntarle a mi prima si este comportamiento lógicamente más recreativo en la vida familiar, era frecuente o no.
Me respondió que los sábados por la tarde – salvo situaciones ineludibles- trataban de dedicarse cada quién a sus actividades favoritas de tal forma que se obsequiaban espacios de satisfacción personal y familiar. Luego de ello, se reunían todos para compartir la cena que mayormente llegaba a casa vía los modernos delivery y a ello necesariamente, acompañaban un café preparado en casa.
Ese tarde justamente aprecie todo ello y también pude disfrutar con ellos durante la cena. Me parecía que cada uno estaba más contento, comunicativo, e inclusive como si lucieran otros rostros.
Mi prima reitero que se habían propuesto dedicarse las tardes de sábado, a sus aficiones favoritas, dado que durante los demás días de la semana era difícil darle tiempo a estas satisfacciones tanto individuales y en grupo. Además anoto que tenían buen tiempo en esta práctica y que por todos los beneficios lo seguirían realizando.
Como supondrán, yo retorne a casa decidida a seguir pensando, dándole vueltas a esta idea y luego conversarlo con mi familia para echarla a andar, claro, con nuestras particularidades. De inmediato pensé en las muchas cosas que no hago por las mil razones, diré ¨ pretextos ¨ para concretarlo y por supuesto, renunciando a la satisfacción que me proporcionarían, igualmente a mi familia.
Ahora, después de esta recordación, voy a referir algunos de los beneficios que te pueden generar a ti y los tuyos este tipo de espacios y experiencias:
- Dedicarte en algún momento a la práctica de (una actividad favorita) un deporte, dibujar, escribir, hacer o escuchar música, leer, jugar, cocinar hacer manualidades etc. distiende plenamente todo el organismo, especialmente la mente y el ritmo cardíaco.
- Se bajan los niveles de estrés a los que estamos permanentemente sometidos.
- Se mejora la salud mental, desarrollando diversas habilidades de manera relajada.
- Favorece la autoconfianza.
- Mejora las relaciones interpersonales.
- Una tarea de forma individual ayuda a concentrarte más.Nada más placentero que hacer lo que a uno le agrada.
- Permite mejorar nuestros estados anímicos.produce relax en consecuencia favorece el humor que es importante para la salud.
Podríamos seguir enumerando los beneficios de estas prácticas, lo que deseo en este caso es fundamentalmente animarte a realizarlas y que mejor si promueven el disfrute individual y del grupo familiar verdad?
Procura estimular a los tuyos a complacerse con estas y muchas actividades que nos desarrollan plenamente.
Desde este lado de la bruma mágica sus amigas de
Mujer Hoy
2 comentarios:
De hecho nada como dsifrutar en familia, las ventajas como indican son multiples y las experiencias muy vitales...ya me dieron ganas de salir con mi gente,
saludos, ´
Patricia Carrillo.
Me encanto este articulo...me dio buenas ideas para pasarla bien con la familia...aveces lo vamos dejando de lado y nos perdemos inolvidables experiencias. Gracias por compartirla.
Ya les escribo.
Un abrazoteeee a Mujer Hoy.
Eleana.
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