GÉNERO Y MUJER: ALGUNAS FORMAS DE SUPERAR LAS DESIGUALDADES.
Cuando hablamos de género, estamos refiriéndonos a todo lo que implica ser varón y mujer o ser femenino y masculino.
Sabemos que cada uno tiene asignado y cumple diferentes roles, y formas de relación que se van estableciendo desde nuestros primeros años de vida.
El ser y asumirse varón o mujer ha sido aprendido socialmente, ósea, no hemos nacido sabiendo lo que significa ser de uno u otro sexo, sino lo hemos ido aprendiendo, observando, imitando, a las personas que son significativas para cada uno. Así, uno aprende a verse de igual forma que lo hace la familia, los amigos, y el contexto a través del tiempo, y en un determinado lugar.
Hoy en día los estudios sobre el género se han incrementado, desentrañando los aspectos sociales, culturales que han dado lugar a las diferencias que se han establecido, a las expectativas que se plantean y esperan en torno a los comportamientos, los roles, la identidad, y la sexualidad, de la mujer y el varón.
De ahí la existencia de algunos patrones culturales que nos indicaban lo que se consideraba como lo normal, lo usual, de una generación a otra, lógicamente teniendo en cuenta los cambios generacionales.
Tras este entendimiento, se fue dejando atrás algunas teorías que consideraban la determinación biológica del género.
Últimamente los esfuerzos de análisis y reflexión en esta temática, han incorporado aspectos concernientes a la denominada diversidad sexual en los que encontramos al ser gays, lesbianas, bi o transexuales, Tales manifestaciones han ido apareciendo cada vez con más fuerza en diferentes contextos y por ello, requieren ser entendidos en su real dimensión.
Vale subrayar que los roles asignados a la mujer y el varón, no son ni han sido los mismos a lo largo del tiempo. Las sociedades occidentales han tenido otro discurso que las sociedades orientales donde aún hasta hoy, la mujer es considerada muy inferior al hombre en todos los espacios de desarrollo, con el permiso jurídico, religioso y social.
Sin embargo por la fuerte influencia de las sociedades occidentales, nuestros contextos todavía tienen un carácter patriarcal, con la primacía del varón. Tuvieron que pasar largos períodos para que la mujer a quien se le asignaba los trabajos domésticos, fundamentalmente por la maternidad, pueda ser reconocida en su derecho a la educación, al trabajo, entre otros. Todavía el camino hacia la equidad de género es aún largo.
Justamente por todo el significado de comprender y asumir los cambios generacionales y buscar la igualdad de condiciones y derechos, el papel de la educación es clave, tanto en la vida familiar y la escuela.
Resulta muy penoso que tanto en los espacios urbanos y más aún en los rurales se continué ejerciendo la violencia de distintas maneras. La violencia física contra la mujer y las niñas, es todavía muy frecuente en muchos hogares.
Podemos también hablar de la violencia cotidiana en la calle, generando secuelas emocionales negativas en la mujer.
¿Y qué podemos decir de la violencia en el campo laboral? .Aquí, hay varios temas pendientes: el prejuicio frente al desempeño en actividades socialmente asignadas a los hombres, limitando las competencias de la mujer, una menor remuneración a pesar de tener las mismas responsabilidades que los varones y el problema del acoso sexual. En tanto estos comportamientos no desaparezcan, la mujer seguirá siendo y viéndose sub-valuada.
El hogar y la escuela tienen un papel fundamental en la formación de niñas y niños desde los primeros estadios de vida, superando los prejuicios que se han construido sobre la mujer y el varón.
Por ello, Tú, como mujer debes dar tu cuota de apoyo para ir logrando la igualdad de género. Para ello aquí algunas sugerencias:
- Trata a tus hijos e hijas o hermanos (as) de igual manera.
- Todos deben participar en los juegos de su preferencia, sin prejuicios de género.
- Trata a tu esposo, novio o enamorado como desearías que te traten. Nunca ejerzas la violencia verbal menos física.
- En todos los actos de tu vida, fomenta valores como: la solidaridad, la comprensión, el respeto y la honestidad.
- Deja que los niños y niñas manifiesten libremente sus sentimientos, sus emociones.
- Bríndales orientación sexual de acuerdo a su edad, no les anules la curiosidad y la investigación.
- Dialoga en la institución educativa y participa en las jornadas que favorezcan la equidad de género.
- Orientemos sus gustos y preferencias sin tener prejuicios de género.
- Contribuye para que los medios de comunicación se ocupen de estos temas e incentiven otros comportamientos en la población.
- Respeta a las personas que tengan otra opción sexual.
Recuerda: tener un mundo más constructivo y más humano, y libre de estos terribles problemas de género, depende de todos y sobre todo de TI.
Sabemos que cada uno tiene asignado y cumple diferentes roles, y formas de relación que se van estableciendo desde nuestros primeros años de vida.
El ser y asumirse varón o mujer ha sido aprendido socialmente, ósea, no hemos nacido sabiendo lo que significa ser de uno u otro sexo, sino lo hemos ido aprendiendo, observando, imitando, a las personas que son significativas para cada uno. Así, uno aprende a verse de igual forma que lo hace la familia, los amigos, y el contexto a través del tiempo, y en un determinado lugar.
Hoy en día los estudios sobre el género se han incrementado, desentrañando los aspectos sociales, culturales que han dado lugar a las diferencias que se han establecido, a las expectativas que se plantean y esperan en torno a los comportamientos, los roles, la identidad, y la sexualidad, de la mujer y el varón.
De ahí la existencia de algunos patrones culturales que nos indicaban lo que se consideraba como lo normal, lo usual, de una generación a otra, lógicamente teniendo en cuenta los cambios generacionales.
Tras este entendimiento, se fue dejando atrás algunas teorías que consideraban la determinación biológica del género.
Últimamente los esfuerzos de análisis y reflexión en esta temática, han incorporado aspectos concernientes a la denominada diversidad sexual en los que encontramos al ser gays, lesbianas, bi o transexuales, Tales manifestaciones han ido apareciendo cada vez con más fuerza en diferentes contextos y por ello, requieren ser entendidos en su real dimensión.
Vale subrayar que los roles asignados a la mujer y el varón, no son ni han sido los mismos a lo largo del tiempo. Las sociedades occidentales han tenido otro discurso que las sociedades orientales donde aún hasta hoy, la mujer es considerada muy inferior al hombre en todos los espacios de desarrollo, con el permiso jurídico, religioso y social.
Sin embargo por la fuerte influencia de las sociedades occidentales, nuestros contextos todavía tienen un carácter patriarcal, con la primacía del varón. Tuvieron que pasar largos períodos para que la mujer a quien se le asignaba los trabajos domésticos, fundamentalmente por la maternidad, pueda ser reconocida en su derecho a la educación, al trabajo, entre otros. Todavía el camino hacia la equidad de género es aún largo.
Justamente por todo el significado de comprender y asumir los cambios generacionales y buscar la igualdad de condiciones y derechos, el papel de la educación es clave, tanto en la vida familiar y la escuela.
Resulta muy penoso que tanto en los espacios urbanos y más aún en los rurales se continué ejerciendo la violencia de distintas maneras. La violencia física contra la mujer y las niñas, es todavía muy frecuente en muchos hogares.
Podemos también hablar de la violencia cotidiana en la calle, generando secuelas emocionales negativas en la mujer.
¿Y qué podemos decir de la violencia en el campo laboral? .Aquí, hay varios temas pendientes: el prejuicio frente al desempeño en actividades socialmente asignadas a los hombres, limitando las competencias de la mujer, una menor remuneración a pesar de tener las mismas responsabilidades que los varones y el problema del acoso sexual. En tanto estos comportamientos no desaparezcan, la mujer seguirá siendo y viéndose sub-valuada.
El hogar y la escuela tienen un papel fundamental en la formación de niñas y niños desde los primeros estadios de vida, superando los prejuicios que se han construido sobre la mujer y el varón.
Por ello, Tú, como mujer debes dar tu cuota de apoyo para ir logrando la igualdad de género. Para ello aquí algunas sugerencias:
- Trata a tus hijos e hijas o hermanos (as) de igual manera.
- Todos deben participar en los juegos de su preferencia, sin prejuicios de género.
- Trata a tu esposo, novio o enamorado como desearías que te traten. Nunca ejerzas la violencia verbal menos física.
- En todos los actos de tu vida, fomenta valores como: la solidaridad, la comprensión, el respeto y la honestidad.
- Deja que los niños y niñas manifiesten libremente sus sentimientos, sus emociones.
- Bríndales orientación sexual de acuerdo a su edad, no les anules la curiosidad y la investigación.
- Dialoga en la institución educativa y participa en las jornadas que favorezcan la equidad de género.
- Orientemos sus gustos y preferencias sin tener prejuicios de género.
- Contribuye para que los medios de comunicación se ocupen de estos temas e incentiven otros comportamientos en la población.
- Respeta a las personas que tengan otra opción sexual.
Recuerda: tener un mundo más constructivo y más humano, y libre de estos terribles problemas de género, depende de todos y sobre todo de TI.
Desde este lado de la mágica bruna,
Tus amigas de
MUJER HOY
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