Sabios consejos para matrimonios jóvenes

Un importante paso en tu vida merece mucha atención e ir más allá de lo inmediato, del rito que suele envolver no solo a los contrayentes en una mágica bruma …

“No nos casamos con una persona, sino con tres: La que uno cree que es, la que en realidad es y la persona en que se convertirá como resultado de haberse casado con uno.”

Una de las pocas tradiciones que ha perdurado a lo largo del tiempo y en diversas sociedades es el matrimonio y todo el ritual que ello implica. Este post queremos dedicarlo a nuestra querida Charolito y a todas las chicas  - que inician un nuevo capítulo en sus vidas al unirse en matrimonio con el hombre que eligieron -   desde ya deseamos que esta unión se fortalezca con el tiempo y que juntos apuesten por una vida llena de muchas satisfacciones, retos y también responsabilidades. 

Es obvio que casarse ocasiona muchos cambios en la vida individual, de cada ser humano, se dice que es – muchas veces - dejar de ser para buscar acoplarse, adaptarse a la pareja, en la apuesta de mantener el amor…

¿Debiéramos preguntarnos si el matrimonio, debe significar una renuncia, el dejar de ser, para ser luego ¿ ¨una sola persona¨?.

Mientras tratas de responder a esta pregunta a partir de tu propia experiencia o de la que estas a punto de tomar o de las que conoces, vamos dialogando sobre el rito de la boda.

A pesar de los avances de la cultura feminista y su impacto, varones y mujeres no han cambiado significativamente en cuanto a la emoción y la ilusión, que sobre todo a las mujeres, les genera toda la preparación de la boda especialmente la religiosa y muchas veces independientemente de lo que para ella y para él signifique esa atmósfera de espiritualidad y de ¨unión para toda la vida¨ que busca y alienta la boda religiosa.

Pareciera ser tan o más importante orientar la preocupación de los novios y especialmente de la novia a aspectos relacionados a: la elección de la iglesia (en lo posible la más bonita) los trajes que definitivamente deben ser de la última moda, los invitados, las esquelas, la fiesta y demás, deben ser si no es de primer nivel, trataran de parecerlo.

Las motivaciones sobran. La pareja y las familias, quieren una boda especial, mejor que del amigo aquel o pariente que acaba de casarse.

Además para la novia la boda tiene otras connotaciones que son frecuentes en nuestras sociedades: cumplir el rito de despedir la soltería en medio de la algarabía de las amigas, casarse de blanco, luego la luna de miel son muy esperados cuando no reforzados desde la infancia por madres y familiares que son depositarios de estas tradiciones.

El matrimonio planteado de esta forma, le permite más a la mujer una vida marital y la formación del hogar, con el permiso social respectivo y claro, superar el prejuicio de la soltería. Muchas veces he escuchado comentar, a lo mejor tú también, que muchas consideran que es en todo caso mejor casarse, aunque el fracaso sea inminente que mantenerse soltera. Y esto por los solos supuestos que el ser soltero(a) es sinónimo de una vida no plena. Podríamos preguntarnos quién y cómo considera lo pleno y no pleno? Muchos nos dirán que es relativo y que cada quién busca tener una vida plena de una u otra forma.
Por tanto, es lógico que el matrimonio sea vivido como un paso importante en la vida del ser humano, pero no debe ser vista como una ocurrencia sin escapatoria para todos. Tampoco debemos permitir que la presión social haga sentir a unos y otros obligados a realizarlo.

Justamente por ello, debe ser sobre todo un acto de plena voluntad, expresión del deseo de concretarlo con la persona que se ha elegido y que por supuesto amas.

Entonces, asumir el matrimonio como una decisión de voluntad de tu pareja para afirmar la vida en común, te llenará de un gozo espiritual intenso, de una emoción plena, de ilusiones y proyecciones futuras y sobre todo tendrás la capacidad de brindar afectividad, de compartir, de ser tolerante, de esperar y dar, de crecer con las fortalezas y afrontar las debilidades y naturales flaquezas que tanto la vida en común y las funciones de la vida familia te irán demandando.

Es bueno que siempre tengas presente estos sabios consejos que se heredan desde tiempos remotos, los mismos que ayudaran  a fortalecer la relación de pareja y familiar a través del tiempo a nuestras abuelas, madres y sin duda alguna también funcionaran en tu vida:

10 Reglas de Oro del  Matrimonio
1. Nunca se enfaden los dos al mismo tiempo.Para lograrlo es necesario ser prudente, y saber, con fortaleza, reprimir la ira que se levanta en nuestro interior.
2. Nunca se griten el uno al otro a menos que la casa esté en llamas. Hay que tener templanza y moderación de las pasiones.
3. Si uno de los dos tienen que vencer en una discusión, deja que el otro sea el ganador. En el fondo de esta actitud hay amor del bueno, que prefiere ceder para obtener la paz. La aparente «derrota» se convierte en una gran victoria sobre sí mismo.
4. Si tienes que criticar, hazlo con amor. Lealtad: decir las cosas serenamente, sencillamente, y sobre todo pensando en el otro, en su bien. ¡Es preciso ser fuerte, prudente y recto para actuar de esta manera!
5. Nunca se echen en cara los errores del pasado. Debe llegar tu amor para con los defectos y las debilidades del otro. Amarle de verdad, incluso con sus defectos.
6. Sé obstinado con cualquiera antes que con el otro. Tenemos que preocuparnos antes de los más cercanos a nosotros.
7. Nunca se vayan a dormir con un desacuerdo sin resolver. Claridad en las relaciones. Humildad para reconocer la parte de culpa propia. Olvido de los rencores y los enfados. Confianza en el otro.
8. Por lo menos una vez al día trata de decirle algo bondadoso o un cumplido agradable al otro. Esto suena algo así como detalles pequeños en el cariño, cordialidad y galantería.
9. Cuando hayas hecho algo equivocado, prepárate para admitirlo y pedir perdón.
Sinceridad y sencillez, porque no es mejor quien no se equivoca nunca.

10. Dos no pelean si uno no quiere, y el que está equivocado es el que más habla. Lógicamente, el que está más sereno es el que mejor puede ceder. Las cosas se ven mejor con cierta distancia. Sentido común, amor a la paz.

Finalmente, te recuerdo que mas allá de los aspectos externos, y ritos que envuelven a este acontecimiento, debes considerar que nada es más importante que el logro de tus propósitos dentro de una vida matrimonial. Que tu pareja se aproxime a gran parte de tus expectativas, que tengan puntos de encuentro desde los detalles de la vida afectiva y sexual hasta las preferencias en diversos campos, sin que por ello entendamos que deben ser iguales. No siempre funciona el viejo dicho ”polos opuestos se atraen”. Lo demás puede ser irrelevante, y hasta fatuo.

Apuesta por ser tú y deja tu soltería que también tiene sus muy buenos dividendos, por una vida plena en común para avanzar y compartir con él y los que vengan por mucho tiempo.

Desde este lado de la mágica bruma,
tus amigas de
MUJER HOY.
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