EL ÁRBOL DE LA LAS SOLUCIONES
En una sociedad tan complicada y estresante como en la que vivimos, es imposible evitar los diversos problemas que se nos presentan durante el día. Lo importante es aprender a manejarlos y enfrentarlos serenamente, con la mente siempre en positivo. Hoy te comparto un cuento de un escritor desconocido que encontré en internet, y que al leerlo de hecho aprenderás una sencilla pero interesante técnica que te permitirá renovar tus energías, cambiar tu estado anímico y encontrar la solución adecuada para esos inesperados probelmas que son parte de nuestro quehacer diario. Lo importante es no dejarse ganar por la ira, el miedo y el desaliento, que solo nos afectan y por ende también a nuestros seres queridos.
En una sociedad tan complicada y estresante como en la que vivimos, es imposible evitar los diversos problemas que se nos presentan durante el día. Lo importante es aprender a manejarlos y enfrentarlos serenamente, con la mente siempre en positivo. Hoy te comparto un cuento de un escritor desconocido que encontré en internet, y que al leerlo de hecho aprenderás una sencilla pero interesante técnica que te permitirá renovar tus energías, cambiar tu estado anímico y encontrar la solución adecuada para esos inesperados probelmas que son parte de nuestro quehacer diario. Lo importante es no dejarse ganar por la ira, el miedo y el desaliento, que solo nos afectan y por ende también a nuestros seres queridos.
CUENTO EL ÁRBOL
El carpintero que contraté para que me ayudara a restaurar una antigua casa de granja, acaba de terminar un arduo primer día de trabajo. Una llanta ponchada le hizo perder una hora de trabajo, su sierra eléctrica dejó de funcionar y ahora su vieja camioneta no quiere arrancar.
Mientras lo llevaba a su casa, se mantuvo en silencio todo el camino. Al llegar, me invitó a conocer a su familia y según se aproximaba a la puerta principal, se detuvo un breve momento ante un pequeño árbol, tocando la punta de algunas ramas con ambas manos.
Cuando la puerta de la casa se abrió, él sufrió una transformación asombrosa. Su rostro bronceado se veía alegre y sonreía mientras abrazaba a sus dos pequeños hijos y le daba un beso a su esposa.
Después me acompañó hasta el auto, pasamos cerca del árbol y sin aguantar la curiosidad le pregunté qué significaba lo que le había visto hacer un momento antes, a lo que él respondió: “¡Ah!, ese es mi árbol de los problemas” y continuó explicando: “Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no son del hogar con mi esposa y los niños, así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche al volver a casa, y luego por la mañana, los recojo de nuevo. Lo curioso es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, ya no hay tantos como recuerdo haber colgado la noche anterior.”
Después me acompañó hasta el auto, pasamos cerca del árbol y sin aguantar la curiosidad le pregunté qué significaba lo que le había visto hacer un momento antes, a lo que él respondió: “¡Ah!, ese es mi árbol de los problemas” y continuó explicando: “Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no son del hogar con mi esposa y los niños, así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche al volver a casa, y luego por la mañana, los recojo de nuevo. Lo curioso es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, ya no hay tantos como recuerdo haber colgado la noche anterior.”
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