Es maravilloso contar con la gran ayuda del mundo online, sobre todo cuando tenemos acceso a información relevante y saludable como la que deseo compartirles ahora. Esta sabía declaración que les adjunto líneas abajo – cuya autoría no aparece – la encontré en internet. Realmente es una singular invitación para reconectarnos con la naturaleza, con nosotros mismos y con los demás, es un llamado a la reflexión, a la armonía y ser parte activa de esta gran cadena de vida que es nuestro planeta.
Será mucho más trascendente y rico si se animan a leerlo; sin duda será una excelente inversión de tiempo. Hay tanta verdad en cada párrafo que nos permitirá fortalecernos y volver a nuestras raíces, de hecho nada como la naturaleza para recargarnos de energía. En un mundo cada vez más acelerado y con demasiados bloqueos que nos impone el taladrante trafago citadino, es necesario voltear nuestra mirada hacia la naturaleza que nos sigue dando vida y regalando miles de escenarios que nos transportan a espacios más relajantes y llenos de magia, color y vitalidad. Adelante!!!
"Dependemos de la naturaleza no solo
para nuestra supervivencia física.
También necesitamos a la naturaleza
para que nos enseñe el camino a casa,
el camino de salida de la prisión de
nuestras mentes.
Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar,
en el recordar, en el anticipar:
estamos perdidos en un complejo laberinto,
en un mundo de problemas
Hemos olvidado lo que las rocas,
las plantas y los animales ya saben
Nos hemos olvidado de ser:
de ser nosotros mismos,
de estar en silencio,
de estar donde esta la vida:
Aquí y Ahora.
Llevar tu atención a una piedra,
a un árbol o a un animal
no significa pensar en ellos,
sino simplemente percibirlos
darte cuenta de ellos.
Entonces se te transmite algo de su esencia.
Sientes lo profundamente que descansa en el Ser,
completamente unificado con lo que es y con
donde esta.
Al darte cuenta de ello, tú también entras
en un lugar de profundo reposo dentro de ti mismo.
Cuando camines o descanses en la naturaleza,
honra ese reino permaneciendo allí plenamente.
Serénate. Mira. Escucha.
Observa como cada planta y animal
son completamente ellos mismos.
A diferencia de los humanos, no están
divididos en dos.
No viven a través de imagines mentales
de sí mismos, y por eso no tienen que
preocuparse de proteger y potenciar
esas imágenes.
Todas las cosas naturales, además de estar
unificadas consigo mismas, están unificadas
con la totalidad.
No se han apartado del entramado de la totalidad
reclamando una existencia separada:
“yo”, el gran creador de conflictos.
Tú no creaste tu cuerpo, y tampoco eres capaz
de controlar
las funciones corporales.
En tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la
mente humana.
Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en
la naturaleza. Para acercarte al máximo a esa
inteligencia, sé consciente de tu propio campo
energético interno, siente la vida,
la presencia que anima el organismo.
Cuando percibes la naturaleza solo a través de
la mente, del pensamiento, no puedes sentir su
plenitud de vida, su ser.
Solo, ves la forma y no eres consciente de la vida
que la anima, del misterio sagrado.
El pensamiento reduce la naturaleza a un bien de
consumo, a un medio de conseguir beneficios,
conocimiento, o algún otro propósito práctico
Observa, siente un animal, una flor, un árbol,
y mira como descansan en el Ser.
Cada uno de ellos es él mismo.
Tienen una enorme dignidad, inocencia, santidad.
En el momento en que miras más allá de las
etiquetas mentales, sientes la dimensión inefable
de la naturaleza, que no puede ser comprendida
por el pensamiento.
Es una armonía, una sacralidad que, además de
compenetrar la totalidad de la naturaleza,
también esta dentro de ti...
El aire que respires es natural,
como el propio proceso de respirar
Dirige la atención a tu respiración
y date cuenta de que no eres tu quien respira.
La respiración es natural.
Conecta con la naturaleza del modo más íntimo e
interno percibiendo tu propia respiración y
aprendiendo a mantener tu atención en ella.
Esta es una práctica muy curativa y
energetizante.
Produce un cambio de conciencia que te permite
pasar del mundo conceptual del pensamiento al
ramo de la conciencia incondicionada
Necesitas que la naturaleza te enseñe
y te ayude a reconectar con tu Ser.
No estás separado de la naturaleza.
Todos somos parte de la Vida Una que se
manifiesta en incontables formas en todo el
universo, formas que están, todas ellas,
completamente interconectadas. Cuando reconoces
la santidad, la belleza, la increíble
quietud y dignidad en las que una flor o un
árbol existen, tú añades algo a esa flor o a ese
árbol. Pensar es una etapa en la evolución de la
vida.
La naturaleza existe en una quietud inocente que
es anterior a la aparición del pensamiento.
Cuando los seres humanos se aquietan, van más
allá del pensamiento.
La quietud que esta más allá del pensamiento
contiene una dimensión añadida de conocimiento,
de conciencia. La naturaleza puede llevarte a la
quietud. Ese es su regalo para ti.
Cuando percibes la naturaleza y
te unes a ella en el campo de quietud,
este se llena de tu conciencia.
Ese es tu regalo a la naturaleza.
A traves de ti, la naturaleza toma
conciencia de sí misma.
Es como si la naturaleza te hubiera
estado esperando durante millones de años."
Si llegaste a este párrafo, significa que leíste estas sabias reflexiones, ahora solo queda reconectarte a la naturaleza, a ti misma y a los demás...sonríe y se feliz,
Un abrazo desde este lado de la mágica bruma, tus
Amigas de,
MUJER HOY
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