Cómo ser más amigables con nuestro planeta



La Tierra ha lanzado un SOS a sus habitantes hace ya mucho tiempo: nuestra amazonía y sus glaciares urgen ser protegidos sino tarde o temprano no tendremos agua. El manejo responsable de los desechos hace rato debe estar en la agenda prioritaria de las ciudades: cientos de pilas, miles de kilos de basura contaminante y decenas de metros cúbicos de aguas residuales deben ser procesadas o recicladas.

En este contexto ser “verde” no es solo una postura o una moda. Ser “verde” implica tomar conciencia de los peligros que acechan a la Tierra por un manejo irresponsable de sus recursos.
Sin embargo la toma de conciencia implica cambios de hábitos que su salud también le agradecerá como por ejemplo en vez de subir en ascensor a un quinto piso (con el gasto de energía que ello implica) subir por las escaleras lo que le hará quemar calorías y mejorar el funcionamiento de su corazón o ir en bicicleta en vez de manejar, ello le brindará la oportunidad de hacer ejercicio y ahorrar en gasolina, sobre todo ahora que ha subido de precio.

A diario vemos decenas de buses y autos viejos contaminando el ambiente sin que hasta ahora nuestras autoridades hagan nada o muy poco. La inversión que se haga hoy en modernizar el parque automotor y sacar de circulación a esas unidades contaminantes redituará en un aire más limpio, mejores condiciones de salud ambiental y por consiguiente menor gasto en salud pública.


Plantar un árbol se ha vuelto imperativo. Grab parte de las grandes ciudades del mundo tienen un bajísimo promedio de áreas verdes por habitante y ello implica mayor contaminación, al no haber los llamados “pulmones de una ciudad” o sea los bosques o áreas verdes.

Proteger la Tierra también pasa por cuidar nuestros ríos, nuestro mar, evitar la depredación de las especies marinas, que la minería informal sea combatida a fondo, que los cultivos ilegales de coca y la contaminación que produce la producción de cocaína sea frenada con todo el peso de la ley, que se proteja nuestra biodiversidad y se evalúe seriamente el ingreso de transgénicos a los países, que se ahorre energía y agua con la seriedad que implica su creciente escasez. Esta agenda no se limita, por supuesto, a lo que pueda o deba hacer el Estado y sus instancias sino también a lo que debamos hacer cada uno de nosotros.


Finalmente cuidar nuestra salud personal es muy importante, asimismo cuidar la salud de nuestro planeta debe ser una tarea de todas las personas que habitamos esta única casa común que tenemos todos, nuestra tierra. Tú como mujer, tienes la misión de aportar más en esta gran cruzada.

Un ciber abrazo desde este lado de la mágica bruma y el tibio sol

Tus amigas de

MUJER HOY



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